La Vida sigue y Yo también.

Convaleciente, cabizbajo

como gran señor
me he levantado amando la vida
que me aterra con sus días
y me llena de favores al salir el sol. 

He contemplado la vida como reflejo en el espejo

que se despide al escuchar tu voz.

He visto a los viejos correr y a los niños tropezar

con el maldito vicio oculto que desnuda su fragilidad.

He visto a los grandes desmoronarse como cielo en pleno día y

estrellas fugaces que se disipan como la tarde embravecida

por el sol que la agobia desde su nacimiento hasta su partida.

He visto los vientos infructuosamente moverse en toda dirección

y no traer nada bueno ni nada malo que nos pueda colmar de emoción .

Me he sentado a la esquina de la calle, y me he preguntado

si hay dolor más grande que mi dolor

viendo la vida pasar

he sujetado mi corazón

que se escurre cada segundo

y desfallece en cada palpitar.

Muy cierto es, la vida sigue

y yo también con un corazón

latiendo con frigidez.