14 ago 2014

RITUAL




Tus manos sudan mi nombre
Habito en tu memoria donde no hay luna ni sol
Estoy en ti sin quererlo desde que aquella noche
donde mis besos perfilaron tu espalda y me cubriste con tu sombra
un cigarrillo encendido contempló dignamente nuestro encuentro
Fuiste Dios y yo sacrificio
Me consumiste con tus ganas
desde entonces soy tuyo
me conduces por las noches a tu habitación
me aproximas a ti
y con el rabillo del ojo empieza el ritual donde me gobiernas;
ni los trolos del cielo habían conocido una forma
exacta, perfecta y delirante de agradar a Dios
nubes curiosas  se acercan deseándose posar sobre nuestro paraíso
hemos robado la aurora
Dios no quiere oír canciones,
se deleita viendo como me balanceo en tu cuerpo como ofrenda mecida;
Sin embargo me siento condenado
atado de tus besos
a tus gemidos
a tu agitada y embravecida respiración
noches continuas repasando las líneas de tu cuerpo
desparramado como incienso perfumado
muriendo y naciendo en el fuego abrazador de tu pecho
quebrando los marcos, la silueta,
me destruyes y edificas,
soy como barro en tus manos
me tomas,
me gobiernas, 
y a la mañana me retiro sin miedo
porque sé que al anochecer
tu ritual conseguirás emprender.

Ian David Briceño Aguilar.-
Managua, Nicaragua.

No hay comentarios:

Publicar un comentario