Te esperaré,
en el áspero frio de las lluvias nocturnas
que congelan las manecillas del
reloj restregándome tu ausencia.
en la espesura de las brumas que oscurecen mi alma
en los inclementes rayos del sol
que ahuyentan mis esperanzas
en las tardes no conocidas que agonizan pidiendo a voces tu
regreso.
Te esperaré,
en mi oscura y vacía habitación donde soñábamos a ser felices los dos
sentado a la mesa a la hora del
café
asomándome inútilmente a la ventana empañada de lágrimas
escuchando innumerables
ocasiones la suave música que solías cantarme
acostado en la cama
escarchada de memorias.
Te esperaré,
aunque los tiempos cambien :
los campos dejen de reverdecer
los montes se planten en medio
del mar,
aunque se sequen los ríos
y se deshojen las estrellas del
cielo.
Te esperaré,
aunque mis manos se arruguen y pierdan
su vigor
aunque mis piernas se agiten sin
mesura
y se oscurezcan los que miran
por la ventana.
Te esperaré,
aunque pasen los segundos, los
minutos, las horas,
los días, los meses y los años
y la desesperanza me atormente.
Te esperaré,
aun cuando tú no tengas pensado
regresar.
A pesar de todo ello yo te
seguiré esperando.
15/Septiembre 2013
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