19 may 2014

MUERTE

Acércate, acúname en tu pecho, cobíjame con tus brazos, besa mis ojos, acaríciame, tómame, recorre con tus manos mi cuerpo, dibújame tus ganas, no te alejes, quédate a mi lado, y hazme tuyo como siempre, quiero morir en tus brazos.

¿Qué más puedo darte?


 ¿Qué más puedo darte? Si me has dejado sin aliento, 
Sin duda alguna soy como ciudad llena de ruinas, o al menos la vaga idea de lo que un día pudo llamarse ciudad, agrietada por las lágrimas nocturnas que gotean incesantemente sobre mi árido rostro.
¿Qué más puedo darte? Si te he dado con mucho esfuerzo, en realidad no sé si pudiera describirlo, pero te he amado de tal manera que te he dado la fuerza de mis manos, el brillo de mis ojos y la alegría de mis días.
Te has llevado mis ganas de seguir viviendo, incluso sí fuera a tu lado; se me escapo la siega, se fue el verano y yo,
yo acá muriendo lentamente, centímetro a centímetro, 
respirandotu mismo aire,
aire que marchita mis ganas 
y aniquila mis huesos.
He llorado amargamente al esconderse el sol, la rabia de no saber si puedo dejarte, o si debiera continuar.
Juegas a ganarme cuando sabes que lo perdido todo, 
No sabes cuántoduele, nunca nadie entenderá.
Es como el cantar de la luna oscura,
Sin embargo como te extraño
esos días de amar, cuando tus labios besaban ligeramente mis manos
ahora nada es igual, 
siendo que estoy atravesando las posadas de los muertos
Veo molinos de vientos moviendo sus caderas
Burlándose de mí desgracia
Será un castigo hasta que el cuerpo aguante.
Uno de los dos tendrá que vivir, 
Vive tú, porque vivir así no es vivir
Hace mucho que yo ya morí.

@Ian David Briceño
A I.F.A.V.

No me digas nada, tengo tanto que decirte que opté por quedarme callado por si hablando tu idioma al fin me entendías. Y solamente quiero que lo entiendas, así los dos, no quiero pelear, solo quiero que me veas, mírame, observa mis pupilas, que te dicen te amo, no quiero separarme de tu lado “No morí cuando dijiste que nos diéramos un tiempo, pero tampoco llegue a sentirme vivo.” 

Tengo ganas de abrazarte, de sentirte mío “¡Te tengo unas ganas! ¡Cuídate! El día que te agarre te voy a deshacer. No quiero dejarte un lugarcito intacto.” Te he extrañado como nada en esta vida, lejos de ti, siendo que muero a pellizco, te sé de memoria, y te repaso diariamente, con mis ojos cerrados, con mi boca, con mis manos, con mi cuerpo todo. No hay un minuto de mi tiempo que no te piense, eres mi todo.


Perdóname si he exigido mucho de ti, quizá demasiado, que haya querido que tu corazón palpitara fuera de tiempo, como yo hago con el mío; pero yo soy un desequilibrado de amor y tú no, ahora lo sé y sé también que por eso me gustas así, porque eres como la brisa suave de una noche tranquila.

Te amo de una manera loca y enfermiza, pero te amo, amo cada partecita de tu cuerpo, con cada átomo de mi ser, déjame amarte una vez mas, y no quiero hacerte promesas, tan solo quiero que me des la oportunidad de demostrarte que te amo realmente, y que al final de cuentas te necesito para vivir.
Te pertenezco todo, mis líneas, mis versos, todos son tuyos, ni me queda nada, eres mi todo.

Entiendo que a veces quisieras alejarte por las diferencias y desacuerdos que tenemos, solo déjame llegar al punto de ceder, aunque eso signifique morir, no importa si soy yo el que te ama mas, el que cede mas, solo quiero que vivas, aunque eso signifique que yo muera, solo déjame morir en tus brazos, no pido mas. No quiero un seguro de vida, quiero morir por ti.
Te amo,
Suyo,
Ian David Briceño

Debajo de un catre.


Lágrimas se asoman por mi ventana,
¿Dónde estoy? ¿Qué me has hecho?
Cállate, déjame hablar.
No trates de apagar mi voz
el silencio entorpece mis sentidos.
No trates de reprimirme,
mis letras hablaran con vehemencia
hasta sangrar tus oídos.
No me obligues a llevar esta vida,
te puedo asegurar que el poeta tampoco soy yo.
El sol brilla con luz propia y se deja caer soberbio
como verdad negada frente a las narices.
Alguien toca a la puerta, no trates de esconderme.
Muy cierto es, debajo de de un catre todo es mejor si estas a mi lado.
Podrán leerlo, pero jamas podrán imaginarlo muchos menos entenderlo.
Nadie lo entenderá, solo tu y yo sabemos lo secretos que se esconden
debajo de mi piel escritos por el dedo de Dios con sangre que no redime.
¿Y que es la verdad?
- Yo soy la verdad, dijo Jesús.
Tus manos heladas acariciando mi pecho
Sudando de frío y tu de calor,
Escondidos debajo de un catre,
No lo olvides, si es a tu lado, todo sabe mejor.
Esa es mi verdad. a Jesús se le olvido preguntármela.

Ian David Briceño
Poeta Nicaraguense .-