30 oct 2014

Torre de Babel


Quizás no hablábamos el mismo idioma,
pero el día que nos miramos a los ojos
morimos de amor.

23 oct 2014

Génesis

En el principio apareció tu mirada
inquieta,honda y perfumada
así de golpe
sin maquillaje
sin preámbulos ni bienvenidas
mi mundo estaba desordenado y vacío
y de pronto apareciste tú
como un tragaluz  en el que se encontraban
mis ilusiones perdidas
mis horas sin sueño
tenías algo de mí,
pero no más que de ti
era como  un espejo auténtico
donde podía verme y verte a la vez
donde podía contemplarte dignamente
me llevaste a tu jardín
y me distes de comer del fruto de tus labios
me saciaste de ti,
ahogaste mis pensamientos
con la saña de tus manos,
y me poseíste como por mandato divino.

Antes del principio tan sólo era
un rompecabezas guardado en el penúltimo cajón del sótano
desalineados
sin sentido
sin mar
sin destino
no habían albas ni crepúsculos  que admirar
pero desde que apareciste tú
mi historia se dividió en dos partes:
antes de ti,
después de ti.

Después de ti
las horas son  afortunadas
ordenaste mi mundo al son de tus palabras
me domesticaste
me distes forma , un nuevo molde
me fabricaste a tu imagen y semejanza
y me sentí como nuevo
desde aquel día que soplaste aliento de vida sobre mi
ya no era aquel loco de de zapatos viejos
y ropa desgastada
tampoco era un príncipe azul,
porque éstos también destiñen
pero era algo así como una especie de niño confiado
puro
sin pecado
dueño de todo y nada a la vez
y ahora
sólo somos tú y yo
sin necesidad de cielo,
porque mi cielo eres tú.

7 oct 2014

Luna sin idiomas.

De infante corría siguiendo a la luna
y en otras ocasiones huyendo de ella,
después que el sol caía
como los gladiadores  desvanecidos en el circo romano,
ella aparecía templada, regia,
y llena de esplendor
en compañía de las estrellas que la ataviaban,
jamás tuvo celos de ellas,
sabía que éstas, las estrellas,
en algunas ocasiones perdían el sentido direccional de la vida ,
eran tan fugaces,  ausentes
aunque muchas de ellas reclamaban para sí ser mensajeras de muchos deseos,
sin embargo ella salía vestida con su traje  de cristal
y aunque suene un poco egoísta  nunca  necesito de ellas para sentirse bien,
era fiel testigo de promesas incalculables
y de los más efímeros romances que tenían lugar a la orilla de las lagunas,
devota de las confesiones solitarias de los amorosos.
Fue aquella tarde de Mayo cuando la perdí,
y desde entonces el aire empezó a sobrarme,
sin duda aparente mis huesos empezaron a consternarse
 y en mis noches febriles el llanto era mi única compañía.
 Nunca he contado con un compañero de lucha,
 y ella ,la Luna
había sido testigo fiel del gran amor
que mis labios profesaban con exactitud
día tras día
noche tras noche
como un ritual necesario casi obligatorio
me dirigí a la luna desde mi ventana crepuscular
pensado que concebiría mi angustia y te daría mi mensaje,
finalmente la vi,
lleno de enojos le reclamé
porque no habías regresado
la vi  llorando,
no habían palabras
ni sollozo alguno
solo lágrimas,
lágrimas que se fundían en la tierra,
y esa noche lloré de consternación
por el dolor de no tenerte
y además por darme cuenta
que la luna no tiene idiomas.

Ian David Briceño Aguilar.-
Nicaragüense.

6 oct 2014

Imperio de Lágrimas.

Los recuerdos acarician mi frente frenéticamente
como niños inquietos  que juegan a las escondidas,
mi alma añora tus besos taciturnos que solían consolarme al salir el alba,
la cuidad duerme
mientras tú te paseas clandestinamente por los extremos de mi mente,
mis manos no hacen otra cosas más que sudarte,
destilan  el perfume de tu cuerpo
que dejaste la última vez cuando juntos transcurrimos el universo bajo la misma estrella,
un imperio de lágrimas  desordenadas  agrietan la llanura de mi rostro
y todo cuanto está a su paso,
eran como hormigas  ofendidas  al acecho en contra de su agresor,
un imperio de lágrimas calcinadas por el dolor ,
lágrimas concebidas por tu ausencia ,
nací llorando
y al parecer moriré así también,
desdichado
como insolente sol que se oculta a la llegada del ocaso,
un torrente de lágrimas que demudan mi rostro 
y desvanecen mis esperanzas como un sueño de una noche de verano.
La emperatriz de mis noches se ha marchado
sin haberme destetado de sus besos delirantes ,
de sus manos indefensas ,
de su honda mirada , irrepetible.
¡Vuélvete a mí!
Destruye este imperio de lágrimas inexorable
que carcome mis entrañas,
mutila mis ganas,
y me hace morir sin poder decírtelo.

Ian Briceño Aguilar.-
Nicaragüense.