¿Qué si duele?
Duele saber
que ya no estás,
Abrazar la
idea que me has abandonado
dejándome la
ausencia de tus besos.
Siempre supe
que no sería eterno,
sin embargo
te acunaba en mis brazos
deseando que
nunca te fueras lejos de mí.
Duele saber
que para ti, no fue así.
Que ahora otro te llena de caricias y te besa con
frenesí.
Mis ojos se
nublan e imposibilitados de ver más allá
del dolor.
He decido
correr en dirección contraria a ti,
alejándome
de todo aquello que me recuerde
el roce de
tus manos delicadas ,
el brillo de
tu mirada,
y el color
de tu sonrisa.
Tan lejos
del sollozo y la nostalgia.
Me voy
huyendo de lo que amo,
deseando que
el tiempo nuble tu rostro,
esperando que
las olas agitadas del mar borren tu nombre
y el frío glacial de mis noches heladas
terminen por
extinguir este amor
loco,
enfermizo y desmesurado
que un día
nació solo para ti.
Te fuiste, y
no sabes cuanto duele tu partida,
es tan frío como el infierno,
pero ahora
me toca a mí.
Cabizbajo,
sin ganas de continuar,
Me voy esta es mi formal despedida.
/este es mi último adiós.
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